sábado, junio 16, 2007

Y aún quieren más


El titular de elpais.com ya lo dice todo: La SGAE bate todos sus récords. Y no se refiere a que han hecho tantas canciones que han superado sus máximos históricos, sino a la recaudación. La SGAE cada vez me recuerda más al sheriff de Nothingam, el pequeño poblado en el que vivía Robin Hood. No sé si recuerdan la escena de la película de Disney en la que va a una pobre familia a quitarle lo poco que tienen y entra un mendigo ciego (que es ni más ni menos que Robin Hood disfrazado) al que le echa una moneda en su taza para recuperar cuatro. Es decir, le roba en su cara de zorro. Es un símil bastante interesante.

domingo, junio 03, 2007

A lo «Good bye Lenin»

poster de good bye lenin
Una vez más la ficción se adelanta a la realidad y pronostica hechos reales: un polaco ha salido del coma tras 19 años y se ha despertado en una Polonia democrática. Al contrario que en la película (Good bye, Lenin) , sus hijos no han intentado que creyese que todavía se encontraba bajo el sistema comunista y el hombre está alucinando pepinillos con las cosas de la democracia. Un hecho curioso, sin lugar a dudas. Además, viene a reincidir en la idea de que el coma no significa muerte y más aún cuando este señor afirma tener recuerdos vagos de las palabras que le dirigía su mujer durante todos estos años y de las reuniones familiares a las que le llevaban.

sábado, junio 02, 2007

¿Es comunicación pública una televisión en la habitación de un hotel?

A cualquier cosa se apresuran en poner una etiqueta. Pero esta vez no ha sido la SGAE, sino una sentencia del Tribunal Supremo, que obligará a los hoteles a pagar a la Egeda un canon por la presencia de televisores en sus habitaciones. Este fallo se basa en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que considera este hecho como comunicación pública.

Aquí todo el mundo quiere cobrar su parte y yo, como autora, considero por una parte que hay que vivir de algo, pero por otro lado resulta totalmente abusiva esta extensión que cada vez afecta a más ámbitos. ¿Por qué restringir el círculo de gente que puede acceder a la información y circunscribirlo siempre a un condicionante económico? Por no decir que la televisión actual se ha convertido prácticamente por regla general en una pasarela de gentuza a la que lamentablemente bastante gente (no sé por qué) tiene ganas de escuchar. Pero la tendencia tiene que caminar hacia la gratuidad de los contenidos y este tipo de trabas sólo ponen piedras en el camino para que sigamos tropezando. Crear es compartir.

¡Pues que no pongan tele en los hoteles! Y así incidiremos en el descenso de las audiencias, a ver entonces qué les parece si se resiente su condicionante económico. La gente, las personas, tenemos la capacidad de cambiar el mundo, pero estamos apollardados viendo la telebasura. Así que, para lo que echan...que se queden con su canon.