Una vez más la ficción se adelanta a la realidad y pronostica hechos reales: un polaco ha salido del coma tras 19 años y se ha despertado en una Polonia democrática. Al contrario que en la película (Good bye, Lenin) , sus hijos no han intentado que creyese que todavía se encontraba bajo el sistema comunista y el hombre está alucinando pepinillos con las cosas de la democracia. Un hecho curioso, sin lugar a dudas. Además, viene a reincidir en la idea de que el coma no significa muerte y más aún cuando este señor afirma tener recuerdos vagos de las palabras que le dirigía su mujer durante todos estos años y de las reuniones familiares a las que le llevaban.
domingo, junio 03, 2007
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