jueves, febrero 25, 2010

El ojo tuerto


José María Izquierdo, director adjunto de El País, ha abierto un blog en su medio bajo el nombre de El Ojo Izquierdo (un claro guiño-nunca mejor dicho-a su apellido y a su supuesta tendencia) en el que se dedica básicamente a criticar el tratamiento de las noticias que dan en otros medios, no precisamente afines.

Los periodistas no somos intocables, la crítica constructiva siempre es buena y creo que aunque como colectivo no somos gran cosa, a nivel individual creo en los principios profesionales de mis compañeros (como siempre, hay excepciones). Sin embargo, no me parece la mejor manera de construir unos medios de comunicación mejores, que conecten más con la audiencia, crear un blog para despotricar (y ya de paso lucirse un poco). Evidentemente, alma de cántaro, ni ABC ni La Razón tienen vuestra línea editorial, barricada desde la cual te pones a pegar tiros como si fueras una eminencia en la materia del editorialismo en este país. Aunque lo fueras.

Algunas joyitas que nos deja este señor, a continuación:

-La Razón no tiene ninguna duda y apuesta, con fuerza aunque con un punto de barroquismo siempre desaconsejable en un título de primera página, por denunciar la aprobación definitiva de la nueva regulación de la interrupción del embarazo: “Los 115.812 abortos anuales ahora ya son un derecho”. ¡Cómo no iba a denunciarlo, si lleva meses avisando de la apocalíptica avalancha de las numerosísimas plagas que se abatirán sobre nosotros si tal cosa se confirmara!

-Andan hoy los periódicos –con alguna salvedad- como perdidos, enmarañados en una crisis de identidad que les desfigura y les deja así como etéreos, sin bordes definidos. Más parecen nubes de algodón que férreos defensores, como siempre han sido, de sus históricas posiciones.

-(sobre la peineta de Aznar): El gesto en sí es para recordar, pero mucho más interesante es contemplar cómo nuestras particulares líneas enemigas salivan, ponen los ojos en blanco y llenan páginas de periódicos cuando el ex deja su retiro, por decir algo, y su prieta figura se hace carne mortal. Creo que ustedes, primeros lectores de mi primer Ojo, no se opondrán a que hagamos un rápido concurso para elegir entre todos los panegiristas a aquel escriba que haya sido más obsequioso, más pelota, más lameculos, más candongo y adulón con el propietario de ese apéndice corazón. Competición reñida, ya les advierto, pero al final del texto podremos decirles, orgullosos cual Penélope Cruz, ¡y el ganador del Dedo Embalsamado es…!”.

Me llama la atención que desde El País se permitan dar consejos de buen periodismo, con la serie de subjetividades que destacan entre sus páginas. Caballero, ya sabemos que su medio pertenece a Prisa y no se nos escapa lo que ello implica, pero si su medio es el primer vendido no mire la paja en el ojo ajeno.

martes, febrero 02, 2010

Del cybernegocio a la cyberpolítica

Que Google es un gigante de grandes dimensiones creo que es ya un hecho más que constatable, pero es que además apunta maneras de político. El plante que quiso hacerle a China la semana pasada así lo demuestra. Fue un : "Chs, cuidado que aquí estoy yo y pued más de lo que te piensas".

Al lado de eso, el tema de los derechos de autor que se debate con la presencia del gigante de Internet en el congreso, suena a poco. Pero en un escenario con muchos más actores, el futuro de los contenidos en Internet está todavía buscando director. ¿Y qué pide Google? Más excepciones a los derechos de autor. ¿Qué saldrá de esta conversación que se mantiene en el congreso? ¿Querrá adaptarse a los nuevos tiempos el Gobierno de españa? ¿Querrá la Sinde dejar de chupar del bote?

Mientras, las discográficas que se llaman a sí mismas independientes culpan al Estado de la piratería y se lamenta de las pérdidas que les ha ocasionado dejar de cobrar 23 euros por un cd (que no soportaría ser escuchado 23 veces seguidas sin rallarse).

¿Podremos ir a peor en lo que se refiere a los derechos de autor?

lunes, febrero 01, 2010

Enfréntate y ponle cara al dolor

una mujer haitiana
Todos sabemos lo que pasa en Haití, pero no nos queremos imaginar las consecuencias, cómo han quedado la vida de tantas y tantas personas. Pero no podemos mirar hacia otro lado. Por eso viene bien ponerle cara a esas personas. Solidarízate.