Palabra de Dios. Ahora la Iglesia anuncia a bombo y platillo que se puede creer en Dios y en los extraterrestres. Es decir, no es incompatible creer. Realmente si lo pienso un poco mi imaginación se dispara y veo a ese señor de la barba blanca gigantesca y el triangulito sobre la cabeza hablando tranquilamente con E.T. sobre una nube en forma de mesa de cafetería. Según la Iglesia ahora puedo (con su permiso) creer en ambas cosas, por lo que la escena tendría validez.
Más allá de mis propias y locas ocurrencias, el disparate viene de que ¿desde cuando sabe la Iglesia que existen los extraterrestres? ¿Habrán hablado con ellos? Y, si es así ¿por qué no nos los han presentado? ¡Quizá tienen algo que comunicarnos!
Al menos ya sé, que si fuera católica, los extraterrestres serían mis hermanos. Como no lo soy, supongo que sólo son mis amigos. I want to believe.
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