José María Izquierdo, director adjunto de El País, ha abierto un blog en su medio bajo el nombre de El Ojo Izquierdo (un claro guiño-nunca mejor dicho-a su apellido y a su supuesta tendencia) en el que se dedica básicamente a criticar el tratamiento de las noticias que dan en otros medios, no precisamente afines.
Los periodistas no somos intocables, la crítica constructiva siempre es buena y creo que aunque como colectivo no somos gran cosa, a nivel individual creo en los principios profesionales de mis compañeros (como siempre, hay excepciones). Sin embargo, no me parece la mejor manera de construir unos medios de comunicación mejores, que conecten más con la audiencia, crear un blog para despotricar (y ya de paso lucirse un poco). Evidentemente, alma de cántaro, ni ABC ni La Razón tienen vuestra línea editorial, barricada desde la cual te pones a pegar tiros como si fueras una eminencia en la materia del editorialismo en este país. Aunque lo fueras.
Algunas joyitas que nos deja este señor, a continuación:
-La Razón no tiene ninguna duda y apuesta, con fuerza aunque con un punto de barroquismo siempre desaconsejable en un título de primera página, por denunciar la aprobación definitiva de la nueva regulación de la interrupción del embarazo: “Los 115.812 abortos anuales ahora ya son un derecho”. ¡Cómo no iba a denunciarlo, si lleva meses avisando de la apocalíptica avalancha de las numerosísimas plagas que se abatirán sobre nosotros si tal cosa se confirmara!
-Andan hoy los periódicos –con alguna salvedad- como perdidos, enmarañados en una crisis de identidad que les desfigura y les deja así como etéreos, sin bordes definidos. Más parecen nubes de algodón que férreos defensores, como siempre han sido, de sus históricas posiciones.
-(sobre la peineta de Aznar): El gesto en sí es para recordar, pero mucho más interesante es contemplar cómo nuestras particulares líneas enemigas salivan, ponen los ojos en blanco y llenan páginas de periódicos cuando el ex deja su retiro, por decir algo, y su prieta figura se hace carne mortal. Creo que ustedes, primeros lectores de mi primer Ojo, no se opondrán a que hagamos un rápido concurso para elegir entre todos los panegiristas a aquel escriba que haya sido más obsequioso, más pelota, más lameculos, más candongo y adulón con el propietario de ese apéndice corazón. Competición reñida, ya les advierto, pero al final del texto podremos decirles, orgullosos cual Penélope Cruz, ¡y el ganador del Dedo Embalsamado es…!”.
Me llama la atención que desde El País se permitan dar consejos de buen periodismo, con la serie de subjetividades que destacan entre sus páginas. Caballero, ya sabemos que su medio pertenece a Prisa y no se nos escapa lo que ello implica, pero si su medio es el primer vendido no mire la paja en el ojo ajeno.
Los periodistas no somos intocables, la crítica constructiva siempre es buena y creo que aunque como colectivo no somos gran cosa, a nivel individual creo en los principios profesionales de mis compañeros (como siempre, hay excepciones). Sin embargo, no me parece la mejor manera de construir unos medios de comunicación mejores, que conecten más con la audiencia, crear un blog para despotricar (y ya de paso lucirse un poco). Evidentemente, alma de cántaro, ni ABC ni La Razón tienen vuestra línea editorial, barricada desde la cual te pones a pegar tiros como si fueras una eminencia en la materia del editorialismo en este país. Aunque lo fueras.
Algunas joyitas que nos deja este señor, a continuación:
-La Razón no tiene ninguna duda y apuesta, con fuerza aunque con un punto de barroquismo siempre desaconsejable en un título de primera página, por denunciar la aprobación definitiva de la nueva regulación de la interrupción del embarazo: “Los 115.812 abortos anuales ahora ya son un derecho”. ¡Cómo no iba a denunciarlo, si lleva meses avisando de la apocalíptica avalancha de las numerosísimas plagas que se abatirán sobre nosotros si tal cosa se confirmara!
-Andan hoy los periódicos –con alguna salvedad- como perdidos, enmarañados en una crisis de identidad que les desfigura y les deja así como etéreos, sin bordes definidos. Más parecen nubes de algodón que férreos defensores, como siempre han sido, de sus históricas posiciones.
-(sobre la peineta de Aznar): El gesto en sí es para recordar, pero mucho más interesante es contemplar cómo nuestras particulares líneas enemigas salivan, ponen los ojos en blanco y llenan páginas de periódicos cuando el ex deja su retiro, por decir algo, y su prieta figura se hace carne mortal. Creo que ustedes, primeros lectores de mi primer Ojo, no se opondrán a que hagamos un rápido concurso para elegir entre todos los panegiristas a aquel escriba que haya sido más obsequioso, más pelota, más lameculos, más candongo y adulón con el propietario de ese apéndice corazón. Competición reñida, ya les advierto, pero al final del texto podremos decirles, orgullosos cual Penélope Cruz, ¡y el ganador del Dedo Embalsamado es…!”.
Me llama la atención que desde El País se permitan dar consejos de buen periodismo, con la serie de subjetividades que destacan entre sus páginas. Caballero, ya sabemos que su medio pertenece a Prisa y no se nos escapa lo que ello implica, pero si su medio es el primer vendido no mire la paja en el ojo ajeno.