En la madrugada del pasado sábado falleció Julián Antonio Ramírez, locutor de Radio Paris. Una oleada de cariño se ha levantado hacia esta persona que tanto hizo por la democracia. Él, junto a su mujer Adelita del Campo, desde el exilio de París durante el franquismo, emitían a las once de la noche noticias libres de censura para los españoles, que escuchaban en sus transistores a escondidas. No puedo imaginar cómo debía ser vivir así. Para mí todos los españoles fueron héroes mientras tuvieron que dejar que las horas, los días, las semanas, y los años pasasen de esta manera.
Decía que se ha ido una persona muy querida, porque las muestras que se han hecho públicas en Alicante han sido varias. Desde su recuerdo en el momento de la lectura de manifiestos tras la marcha republicana que ha tenido hoy en Alicante (con motivo del Tren Republicano Castellón-Alicante), hasta la multitud de cargos que han acudido a su entierro en mi pueblo, Mutxamel; y las diferentes columnas de opinión que le han dedicado José Carlos Rovira, Manuel Alcaraz...tanto El Mundo como El País recogen un obituario.
Julián colaboró con la Comisión por la Memoria Histórica, y eso también es importante, puesto que no debemos olvidar nuestro pasado reciente, lo que pasaron nuestros bisabuelos, abuelos, padres...fue una época difícil que he tenido la fortuna de no conocer, puesto que nací en el 83. Pero es un tema que siempre me ha atraído poderosamente. Quizá por eso me entristece conocer esta noticia, porque son elementos de esa historia reciente que se van borrando. Nuestra misión es, a través de nuestras palabras, intentar mantenerlos con vida.
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