El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, podría al fin verse implicado en el caso Plame. Hasta ahora, el brazo derecho de Bush se había librado, a pesar de estar siendo investigado, de una implicación directa en el caso por el que la Casa Blanca reveló el nombre de la agente de la CIA Valerie Plame, como consecuencia de que su marido hubiese redactado un informe en Níger (enviado como diplomático de la Casa Blanca) titulado "Lo que no encontré en África" en el que quedaba patente la imposibilidad de que Iraq se estuviese armando, excusa que aún así utilizó EE.UU. para arremeter contra el país gobernado por Saddam Hussein (quien, por cierto, afirma estar preparado para la muerte pocas horas antes de la reanudación de su juicio).
Se han encontrado unas notas manuscritas alrededor del artículo de opinión que publicó en The New York Times Joseph Wilson (el embajador enemigo de EE.UU.) de Cheney que demuestran que conocía a Plame antes de que estallara el escándalo (el vice decía que la conoció a través de la prensa). En ellas se interpretan sus elucubraciones mentales: "¿Han hecho este tipo de cosas antes?, ¿enviar a un embajador a evaluar una situación? ¿Normalmente enviamos a gente de este tipo a trabajar para nosotros? ¿O es que le ha enviado su mujer enchufado?".
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